sábado, 2 de mayo de 2015

Mini Trail Nocturno Sierra de la Mosca

Tras pasarme el mes de abril totalmente en blanco en lo que a competiciones se refiere, tocaba volver a ponerse un dorsal, en esta ocasión la cita era en la Sierra de la Mosca de Cáceres. El 1 de mayo a las 22:00 h. tenía lugar la primera de las dos pruebas nocturnas que la FEXME ha incluido este año en el calendario de Carreras de Montaña. A priori, me llamaba la atención el hecho de competir de noche, a posteriori, he de decir que la experiencia ha sido espectacular. 
Perfil de la carrera
Tras más de una semana parado como consecuencia de un resfriado, eran muchas las dudas que tenía antes de la carrera, hasta el punto de que el día anterior me planteé seriamente no ir, pues aunque estaba mejor, no estaba del todo recuperado y tenía serias dudas incluso de poder terminar la carrera. Finalmente, decidí tomar la salida y a ver que pasaba. Una vez más, acompañado por Alicia y Lourdes, que ya han cruzado al lado oscuro y tienen inoculado el veneno del trail, Ariel en esta ocasión decidió no vestirse de corto y centrarse en las fotos y los ánimos. Llegamos a Cáceres antes de las 20:00 h., con lo cuál teníamos tiempo de sobra para recoger los dorsales y la bolsa del corredor (por cierto, excelente), tomar algo tranquilamente y charlar sobre la carrera mientras poco a poco la zona de salida iba recibiendo a más corredores y el ambiente era cada vez mejor. A las 22:00 h. salida neutralizada desde el instituto AL-QÁZERES y tras unos metros de recorrido urbano, bocinazo y al encuentro de la Sierra. 
Zona de salida. Foto: Ariel
Desde el primer momento, el ritmo es brutal, el hecho de no ser una distancia muy larga y la ausencia de grandes desniveles hicieron que la gente saliese a tope de revoluciones, y en esas circunstancias resulta complicado no contagiarse por la euforia y llevar un ritmo no adecuado, así que decido levantar un poco el pie y ser algo más conservador al menos durante la primera parte de la carrera. Los primeros kilómetros son bastante duros, pues aunque de forma progresiva, no dejamos de ascender sobre un camino en bastante buen estado que justo antes de alcanzar el punto más alto del recorrido, los 634 m. de las antenas, se convierte en una pista de cemento rugoso con bastante buen agarre.
Foto: Pedro Reig
Tras el primer paso por las antenas afrontamos la primera gran bajada de la noche, que me pareció espectacular, una zona de campo a través con una pendiente muy pronunciada pero perfectamente señalizada, fue verla y despojarme de cualquier poso de prudencia: ni resfriado, ni falta de entrenamiento, ni dudas sobre cómo iba a terminar la carrera, tocaba disfrutar, y este tipo de bajadas reconozco que me vuelven loco, así que tocaba disfrutar y lanzarse ladera abajo y aprovechar para ganar varias posiciones. Una vez superados los 600 metros de bajada más agresiva, durante los siguientes 3 kilómetros (hasta casi el kilómetro 8) el perfil de la carrera se suaviza y se puede correr a ritmos parecidos a cualquier carrera llana. A partir de ese punto y hasta coronar las antenas por segunda vez el recorrido se endurece notablemente y durante los siguientes 7 kilómetros afrontamos un continuo sube y baja que no nos dará tregua.
Foto: Ariel
Tras superar el kilómetro 11, en una de las zonas más fáciles de todo el recorrido, tropiezo con una rama y caigo, golpeándome ambas rodillas y haciéndome rozaduras en las manos. Pierdo varios segundos y posiciones pero a pesar de lo aparatoso de las heridas, la cosa no pasa a mayores y puedo seguir corriendo sin problemas. Continúo hasta el siguiente avituallamiento, en el que tras lavarme las heridas de las manos, una voluntaria me coloca un apósito que al menos me sirve para cortar la hemorragia de la mano derecha. A partir de ese momento se inicia la segunda subida a las antenas, y fuerzo el ritmo para volver a engancharme al grupo con el que he perdido contacto debido al parón en el avituallamiento, cosa que consigo a pocos metros de coronar las antenas.
Foto: Pedro Reig
Tras superar por segunda vez el punto más alto del recorrido iniciamos un espectacular descenso por una zigzagueante senda con bastante piedra suelta que nos llevará de nuevo al casco urbano de Cáceres para poner fin a algo más de 18 kilómetros de diversión en plena sierra con un tiempo de 1:50:37, puesto 75º de la clasificación general. Con respecto al resto de la expedición, Alicia se marcó un carrerón y acabó con buenas sensaciones en el puesto 126º de la clasificación general con 2:11:50, y Lourdes acudió una vez más a su cita con el pódium, terminando 3ª de su categoría y 97ª de la general con 1:56:47. A Ariel hay que agradecerle su compañía, sus ánimos y el reportaje fotográfico. Una vez más, la FEXME ha dado en el clavo, y esta primera de las dos pruebas nocturnas del calendario ha resultado un éxito, perfectamente organizada y señalizada, con un trabajo espectacular por parte de los voluntarios del instituto Al-Qázeres y una bolsa del corredor muy completa. Enhorabuena por la iniciativa, así da gusto.

Nos vemos corriendo.